La clave para mantener un organismo sano debemos de llevar a cabo una alimentación equilibrada. Esto quiere decir que debemos de consumir todos los macronutrientes y micronutrientes necesarios para que nuestro organismo pueda desarrollar todas sus funciones correctamente. Con una dieta equilibrada podemos llegar a las necesidades diarias de cada uno de ellos.
Pero, ¿qué pasa cuando comes mucha proteína? Las proteínas son necesarias, además es uno de los macronutrientes que debemos de consumir diariamente. El problema empieza cuando comenzamos a ingerir un exceso de proteína, lo cual puede ayudarnos a desarrollar ciertas enfermedades. Para evitar que esto ocurra recuerda que todo en exceso no es bueno.
Debemos de consumir la cantidad de proteínas que necesita nuestro organismo, al igual que debemos de consumir los hidratos de carbono y las grasas de la misma manera. Llevando un equilibrio en nuestra alimentación todo serán ventajas.

¿Qué funciones tienen las proteínas en nuestro cuerpo?
Las proteínas tienen como función principal proteger los tejidos del cuerpo, es decir, repararlos y mantenerlos. Otra de sus funciones es ayudar a mantener los huesos y los músculos sanos. Por otro lado, ayudan a la formación de glóbulos rojos y de colágeno, además de ayudar a tener un equilibrio hormonal. Todas estas funciones son muy importantes para mantener un organismo sano y fuerte, por lo que las proteínas no pueden faltar en nuestra dieta.
¿Qué pasa si como mucha proteína?
Ya sabemos que las proteínas son esenciales para que nuestro organismo pueda desarrollar sus funciones correctamente, pero consumirlas en exceso no es bueno. Comer demasiada proteína afecta negativamente a distintas partes del cuerpo. Además, un exceso de proteínas también quiere decir que estamos sustituyendo otros alimentos ricos en otros macronutrientes para consumir más proteínas.
Recuerda evitar los excesos y llevar una alimentación equilibrada. Para entender que no debemos a abusar de las proteínas vamos a ver algunos de los problemas que puede llegar a producir comer mucho de este macronutriente.
1. Ácido úrico
Un consumo elevado de proteínas aumenta los niveles de purinas, lo que posteriormente se traduce en unos niveles elevado de ácido úrico. Es peligroso tener le ácido úrico en niveles altos ya que ayuda a desarrollar la gota, una enfermedad ocasionada por la cristalización de dicho ácido en las articulaciones.
El ácido úrico entorpece el funcionamiento del hígado y los riñones, esto se traduce en una mala limpieza del organismo ya que ambos órganos no funcionan con normalidad. Para evitar dicha enfermedad, entre otras más, debemos de consumir la cantidad diaria de proteínas que nuestro cuerpo necesita.
2. Halitosis
Cuando consumimos muchas proteínas aumentan los metabólitos, en especial el amoniaco. Esta sustancia provoca no solo la halitosis, sino también un olor muy desagradable en el sudor y en la orina. Esto se debe a que el aumento de proteínas y la disminución de hidratos de carbono lleva a nuestro cuerpo a entrar en un estado de cetosis, el cual provoca este olor desagradable.
3. Deshidratación
Uno de los problemas más graves que produce un consumo excesivo de proteínas es la deshidratación. Las proteínas aumentan la eliminación de agua a través de la orina y el sudor, lo que conlleva también a la eliminación de la cantidad de algunos minerales esenciales como el calcio. Esto se debe al exceso de nitrógeno en nuestro organismo, el cual provoca dicha deshidratación.
4. Estreñimiento
Al consumir más proteínas y reducir el consumo de hidratos de carbono, fibra y grasas, favorecemos el estreñimiento. Por lo que debemos de llevar una dieta equilibrada acorde a nuestras necesidades.
4. Aumento de peso
El exceso de proteína también favorece al aumento de peso, ya que nuestro cuerpo no es capaz de quemarlas y se almacena en forma de grasa, como ocurre con el resto de macronutrientes. Aunque es un factor importante, los anteriores son los motivos principales por los que debemos de consumir las proteinas con moderación, y de esta manera evitar posibles complicaciones a nivel de salud.
Para evitar los problemas o complicaciones que puede llegar a producir un consumo excesivo de proteínas debemos de llevar a cabo una alimentación equilibrada. No obstante, debemos de realizar ejercicio regularmente y llevar a cabo lo menos posible e incluso evitar una vida sedentaria.



