El pesto tradicional es una salsa que a pesar de estar buenísima es cierto que no a todos nos sienta tan bien. Normalmente cuando lo consumo ya sea en pastas o ensaladas suele repetirme el resto del día sobre todo cuando lo como fuera de casa. Es una sensación bastante incómoda y te puede llegar a limitar a la hora de hacer ciertas actividades. ¿Te sientes identificado? Pues no te puedes perder esta receta parecida e igual de sabrosa, y en este caso es más probable que no te repita. Se trata del pesto de espinacas. Esta variedad no lleva albahaca, por lo tanto es mucho más suave. Anímate y pruébala.
Para hacer el pesto de espinacas vas a necesitar dientes de ajo, queso parmesano, aceite de oliva virgen extra, nueces, sal, pimienta negra y limón. En esa receta yo utilizo nueces pero puedes utilizar el fruto seco que tengas a mano, como por ejemplo anarcados o pistachos. A diferencia del pesto tradicional, esta receta no lleva ni albahaca ni piñones, y aún así aportará un sabor exquisito a tu plato.
A continuación te explico paso a paso cómo hacer pesto de espinacas para tus platos de pasta o ensaladas como la ensalada de burrata con tomate y pesto. En esta puedes sustituir el tradicional por el de espinacas, te quedará un plato la mar de sabroso también.
Pesto de espinacas
Imprimir recetaIngredientes
- 300 gr de espinacas.
- 60 gr de nueces.
- 1 diente de ajo.
- 1 limón.
- Pimienta negra.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- 50 gr de queso parmesano.
Instrucciones
- Comenzamos lavando las espinacas, en caso de que no vengan lavadas.
- Trituramos las espinacas poco a poco. Puedes utilizar un procesador de alimentos, una batidora de vaso o lo que tengas a mano.
- Una vez trituradas vas a ver como se han quedado en nada, la colocamos en un vaso medidor.
- Pelamos el diente de ajo y lo incorporamos junto a las espinacas.
- Añadimos el zumo de un limón, dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, las nueces, el queso parmesano y pimienta negra.
- Batimos hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
- Agregamos más aceite de oliva a través de un hilo fino mientras batimos para que la salsa emulsione.
- Probamos y corregimos el punto de sal. En un principio yo no la agrego porque el queso parmesano ya es muy salado de por sí.
- Servimos la salsa en el plato que más nos guste.
Esta opción es ideal y está buenísima. Si te repite el pesto original, aquí tienes una maravillosa alternativa con la que podrás disfrutar de unos platos deliciosos, ya sean de pasta, pescado o ensaladas, por ejemplo.