Comer rápido es un hábito para muchas personas. En muchas ocasiones es difícil encontrar el momento para sentarnos, relajarnos y comer como es debido. Las prisas, el trabajo o el estrés son algunos de los factores que influyen en la forma de comer.
Hay quienes comen muy rápido y quienes comen muy despacio, ni una cosa ni la otra. Pero es cierto que comer rápido puede acarrear ciertos problemas como atragantamientos, engordar, sentirse hinchados, y además dificultar el proceso de digestión.
Debemos de encontrar el momento para poder comer tranquilos y no como un simple trámite que tenemos que hacer para seguir con el día. A muchos les cuesta, pero vamos a mencionar algunas pautas para evitar comer rápido. También explicaremos los respectivos problemas que puede causar el comer rápido. Una vez lo hayamos explicado todo seguro que cambias tu forma de comer y dejas de comer rápido.
¿Qué pasa si como rápido?
El proceso de comer comienza en la boca cuando empezamos a masticar los alimentos. Cuando comemos rápido no masticamos del todo, y en la mayoría de las veces tragamos los alimentos totalmente enteros. Al no masticar bien estamos forzando a nuestro sistema digestivo haciendo que funcione por encima de sus posibilidades, lo cual no es bueno.
1. Digestiones pesadas y lentas
No todos los alimentos se digieren de la misma manera ni a la misma velocidad. Al comer rápido y no masticar bien, al sistema digestivo le cuesta digerir las comidas ya que las tragamos casi enteras. Además las digestiones se harán más pesadas, provocando dolor estomacal y flatulencias. Comer rápido ayuda a empeorar ciertas enfermedades como la gastritis o las úlceras, entre otras.
2. Tragar aire
Al comer rápido tragamos demasiado aire, lo cual también provoca dolores estomacales y gases, los cuales son bastante incómodos. Esto también pasa cuando nos llevamos cantidades grandes a la boca, nos cuesta masticar y tragar, por lo tanto tragamos más aire.
3. Desarrollo de enfermedades
Comer rápido puede ayudar a desarrollar ciertas enfermedades como la diabetes, la hipertensión u obesidad. Todas ellas son enfermedades del síndrome metabólico, que comiendo rápido ayudamos a que se desarrollen. Por ello debemos de evitar comer rápido.
4. Engordar
¿Alguna vez has escuchado que comer rápido engorda? Lo cierto es que comer rápido favorece al aumento de peso, ya que la hormona encargada de transmitir al cerebro la sensación de saciedad tarda un poco más en funcionar, por lo que seguimos comiendo hasta que la leptina realice su función. Además, al comer rápido y no saborear las comidas hace que queremos comer más y alimentos poco saludables para intentar conseguir sentirnos saciados. Comer rápido es sin duda un mal hábito y debemos cambiarlo cuanto antes.
Una vida saludable va mucho más allá de una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente, también influye la forma en la que comemos y los hábitos que tengamos. A veces es difícil conseguirlo, pero si ponemos de nuestra parte mejoraremos nuestra salud.
Cómo evitar comer rápido
Algunos trucos para no comer rápido son muy fáciles, otros requieren constancia y paciencia hasta que cojamos los hábitos.
- Aprender a sentarse tranquilo a comer, sin prisas. Debes encontrar tu momento para poder comer sin agobios, para ello debes organizarte bien.
- Come sin estrés. A veces es difícil, pero intenta relajarte antes de comer y disfruta de la comida manteniendo la mente alejada de pensamientos negativos y estresantes.
- Evita servir la comida en platos grandes y en cada bocado evita llevarte mucha cantidad a la boca. Come poco a poco.
- Mastica bien todos los alimentos. Intenta hacer una papilla con cada bocado.
- Si comes en familia, con amigos o compañeros de trabajo, intenta mantener conversaciones que no causen estrés, es momento de disfrutar comiendo.
- Haz más comidas al día para no engullir lo primero que comas. Además, estará mucho tiempo sin comer te producirá gases, que sumados a los que se van a ir produciendo si comes rápido provocará dolores estomacales.
- Come alimentos saludables y evita los ultraprocesados y comidas rápidas.
Si todos los días aplicas estas técnicas lo conseguirás. Tan solo es cambiar unos hábitos por otros, igual que has conseguido coger malos hábitos, también puedes conseguir los buenos, paciencia. Ya verás como evitar comer rápido mejorará tu salud digestiva y las digestiones serán mucho mejores.