Por nuestra salud, deberíamos al menos hacer tres comidas al día como mínimo. No obstante, la recomendación que hacen los nutricionistas es comer cinco veces al día, de tal modo que podamos metabolizar mejor los alimentos que ingerimos. No solo por eso, sino también porque de este modo evitaremos los atracones y, aunque no es el único método, lucharemos contra la obesidad. Pero… ¿cuáles son estas cinco comidas? Se trata del desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena.
La recomendación de los nutricionistas es hacer 5 comidas al día. Esto es así porque nos ayudará a prevenir enfermedades como la obesidad y el sobrepeso y, además, es una forma de prevenir las enfermedades cardiovasculares y los problemas de diabetes. Está comprobado que aumentar las tomas ayuda a reducir la grasa corporal y el colesterol total, así como específicamente el LDL. Evidentemente, no está todo hecho si cumplimos con la pauta de comer cinco veces al día, sino que es fundamental cuidar tanto la calidad como la cantidad de lo que ingerimos en nuestra dieta.
Cuántas comidas debes hacer al día y cómo deben ser
Es fundamental cuidar la calidad de los alimentos que ingerimos y controlar la cantidad de cada toma. El motivo por el que se recomienda hacer 5 comidas cada día es porque la idea se apoya en repartir la cantidad de alimentos que ingerimos, en cada una de estas tomas, en porciones más pequeñas. Podríamos ingerir exactamente lo mismo en tres tomas, pero es mejor idea repartir esta misma cantidad en cinco tomas distintas. Pero hay motivos específicos por los que se recomienda hacer cinco comidas al día.
Y es que el flujo de flucosa se ve afectado cuando pasamos más de cuatro horas sin comer. Y teniendo en cuenta que nuestro cuerpo saca la energía, sobre todo, de la glucosa, esto significa que si no ingerimos alimentos durante más de cuatro horas notaremos que nuestros niveles de energía se ven afectados. Por eso, además del desayuno, la comida y la cena, se introducen las tomas de media mañana y media tarde, de tal modo que nuestro cuerpo no tenga bajones de glucosa. Al evitar estas bajadas en los niveles de glucosa tendremos más energía a lo largo del día y, además, no necesitaremos darnos atracones.
Con respecto a las horas en las que debemos comer, aunque hay una serie de pautas que debemos seguir, las cosas son algo más flexibles. Es cierto, eso sí, que deberíamos marcarnos una línea roja con no comer más tarde de las 15:00 horas y, por otro lado, deberíamos evitar cenar más tarde de las 21:00 horas. Evidentemente, todo esto puede variar en función de las particularidades de nuestros horarios y nuestro estilo de vida, pero son datos que deberíamos tener en cuenta para llevar una vida lo más saludable posible.